COmenterio: Creo que ganar este partido sería muy importante ya que aparte de ser un clásico español esta en juego poder llegar a la punta del grupo otra vez. Espero que ganemos y por mucha diferencia.
Quedan sólo 24 horas para el clásico y la afición del Barça empieza a vivirlo con pasión. El Camp Nou recibirá al Real Madrid a las diez de la noche de mañana con el disgusto del adiós a la Champions fresco, pero emocionalmente paliado por la posterior eliminación de los blancos en Munich en la misma competición. Rivalidad obliga y, digan lo que digan los políticamente correctos, los males de uno parecen menos cuando el gran rival está aún peor.
Porque lo que es una evidencia es que ni Barça ni Real Madrid atraviesan sus mejores días, pero aun así los azulgrana, que vienen de dos años gloriosos, aún tienen a tiro una opción sensata de cerrar la temporada con un doblete Liga-Copa, mientras los blancos ya se han despedido de la Copa, de la Champions y, si pierden mañana en el Estadi, quedarían muy descolgados de la lucha por el único título al que aspiran, la Liga.
De ahí que para el Barça ganar al Real Madrid mañana supondría la mejor manera de pasar página rápidamente tras la decepción que supone no poder seguir defendiendo el título continental. Significaría, además, la oportunidad de alejar al Real Madrid de la pugna por la Liga, ya que los blancos quedarían ocho puntos por debajo, aunque para arrebatarles el 'goal average' el Barça debería vencer al menos por 2-0 porque en el balance de goles marcados/encajados hay una gran ventaja culé (+28 por +11). De paso, supondría condenar al archirrival a una nueva crisis de consecuencias insondables por el efecto cascada en que, según los 'madridólogos', derivaría otro desastre del equipo de Fabio Capello. Por último, un triunfo de los de Frank Rijkaard certificaría virtualmente el peor periodo de la historia del Real Madrid: cuatro años sin un gran título. Mucho premio en 90 minutos.
Todo eso está en juego para el Barcelona. Aunque bien hará en no fiarse y recordar que ya permitió reengancharse al Valencia en el pelotón de aspirantes al caer derrotado en Mestalla, que desperdició una ocasión de oro para dar un golpe de efecto en la Liga al perdonarle la vida al Sevilla, que los clásicos son diferentes y que, en general, no ha tenido este año una buena cosecha en los partidos verdaderamente grandes.
Para el Madrid este clásico se presenta como la última oportunidad de intentar evitar que el final de temporada sea un calvario. Así que se agarra a un clavo ardiendo sabedor de que la derrota será el apocalipsis, pero la victoria mantendría viva la llama de la esperanza de título y, muy probablemente, metería al Barça en una crisis. Entre el madridismo ya nadie cree en las profecías del presidente Ramón Calderón y sus continuas visitas a La Cibeles, aunque aliviaría bastante el dolor propio ver al Barça en problemas.
Deportivamente, al clásico llega más tocado el Real Madrid, porque aparte de tener 24 horas menos de descanso no podrá contar con los lesionados Cannavaro, Roberto Carlos, Reyes y Beckham. El Barça está pendiente de Ronaldinho y no dispondrá por sanción de Zambrotta y Giuly. A su favor tendrá la energía del Camp Nou
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